ENSEÑANZA Y LAICISMO
Uno de los episodios que llevaron al enfrentamiento institucional
entre la Iglesia católica y la masonería, se desarrolló en Bélgica y
Francia con motivo de la enseñanza no confesional.
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Estatua del
Rector Pierre Theodore Verhaegen en la Universidad Libre de
Bruselas |
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El caso de Bélgica se centró
en el apoyo de la masonería a la enseñanza libre, la laicización de la
enseñanza oficial, oposición a los subsidios que recibía la enseñanza
confesional, y la ley de enseñanza obligatoria. Pero quizá lo que más
impacto causó fue que, para hacer frente a la creación de la
Universidad católica de Malinas (antes incluso de que la Universidad
estatal de Lovaina fuera también entregada a los obispos belgas), se
fundara en 1834 por parte del Gran Oriente de Bélgica, y a iniciativa
de su Gran Maestre Théodore Verhaegen, la Universidad Libre
de Bélgica (que en 1842
cambiaría su nombre por el de Universidad Libre de Bruselas),
para evitar que el clero belga se hiciera con el monopolio de la
enseñanza superior. Esta Universidad tuvo como finalidad «combatir la
intolerancia y los prejuicios, y difundir las doctrinas de una sana
filosofía».
Por su parte, en Francia, en
la lucha que a finales del siglo XIX se llevó a cabo por la escuela
laica, los masones no estuvieron ausentes, y ésta fue una de las
causas que enfrentó con dureza a la masonería con la Iglesia católica
en un intento de sustraer a la juventud de su tradicional influencia.
También en España y Portugal fue clave
la campaña llevada a cabo por los masones a favor de una escuela
gratuita, obligatoria y laica. Uno de los objetivos prioritarios de
los masones españoles, que en algunos casos se adelantaron a sus
vecinos los franceses, fue no sólo crear una corriente de opinión
favorable a la emancipación de la enseñanza primaria, hasta entonces
fundamentalmente en manos de la Iglesia, sino la puesta en práctica de
estos ideales con la creación de escuelas laicas e instituciones
docentes. Pero en el terreno práctico los masones españoles no
contaron nunca con una estructura económica suficiente para llevar a
cabo sus deseos pedagógicos laicistas.
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Inauguración de la Biblioteca "Elvira"
en la logia "Paz Trabajo y Justicia" nº 26 de Cartagena |
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Aparte de las experiencias
locales de creación de escuelas laicas por parte de diferentes logias,
el interés de los masones por la enseñanza laica se manifestó también
con la creación de entidades específicas que influyeran en su
implantación. Una de ellas fue la Sociedad Catalana de Amigos de la
Enseñanza Laica creada en Barcelona en 1880 para coordinar las
actividades de nueve escuelas laicas sostenidas por logias catalanas
adscritas al Gran Oriente de España. Unos años más tarde se constituía
el Centro Cosmopolita de Enseñanza Libre Popular de Cataluña
íntimamente ligado a la Gran Logia Simbólica Regional Catalano-Balear.
Los masones de esta obediencia organizaron en 1889 el Congreso
pedagógico de Barcelona, de donde saldría la Confederación Autónoma de
Amigos de la Enseñanza Laica. Y ya durante la Segunda República, la
Gran Logia del Centro promovió la Liga de Educación y Enseñanza (LEYE),
con la que los masones españoles intentaron emular la Liga de
Enseñanza fundada por Macé en Francia.
Extractado de: J. A.
Ferrer Benimeli, La masonería, Madrid, 2001, pp. 83-86.
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